Día 1: Downtown
En la mañana
Desayuno en el Chelsea Market
Para que desayunar en el hotel si se puede comenzar el día en el encantador Chelsea Market. Hasta 1950 allí se encontraba la National Biscuit Company, la panadería que elaboraba las populares galletas Oreo.
Tras 40 años vacío, el edificio se transformó en un acogedor mercado lleno de tiendas de delicatessen, cafés y panaderías. Allí se puede tomar el café, en Ninth Street Espresso y disfrutar de un delicioso bocadillo en la Fat Witch Bakery. Para deliciosos cupcakes y galletas de todas las formas y tamaños, Eleni’s es el lugar indicado.
En la tarde
Los gigantes de Nueva York
La ciudad de Nueva York y los rascacielos son tan inseparables como el glaseado y los donuts. Por eso, no es de sorprender que Manhattan tenga un Museo de los Rascacielos. Aunque no es grande, contiene información interesante sobre la arquitectura, el diseño y la función de los rascacielos más conocidos de Nueva York. Además, se exhiben algunos de los edificios más altos del mundo y hay una exposición sobre el antiguo y el nuevo World Trade Center.
En la noche
Cena en Stone Street
Durante el día está en plena ebullición, pero por la noche, el Distrito Financiero no es la parte más animada de la ciudad. Excepto una calle: Stone Street. Entre los edificios de gran altura donde hombres de negocios cierran operaciones y se fijan los precios de las acciones, se encuentra una pintoresca calle adoquinada. Stone Street es un rosario de acogedores restaurantes y bares. En verano todo el mundo se sienta fuera y se organizan diversos festivales. En invierno, la Stone Street Tavern es el lugar ideal para tomar una buena copa de vino.
Día 2: Uptown
En la mañana
Visitando a Santa Claus
Comienza el día con una visita a Papá Noel. Según la película «Milagro en la calle 34», el único y verdadero Papá Noel se encuentra en Macy’s. Y, desde entonces, los grandes almacenes lo utilizan con ganas. La espectacular Santa Land es de ensueño: elfos, renos y maravillosos árboles de Navidad conforman el decorado donde Papá Noel recibe a cientos de niños cada día. No hay razón para tirarle de la barba, después de todo, él es el auténtico. Procura estar allí en cuanto abran Macy’s porque la cola es entonces más corta.
En la noche
Patinar bajo las estrellas
Luces por todas partes, un árbol de Navidad enorme y música navideña: la pista de hielo de Bryant Park es uno de los lugares más románticos de Nueva York en una noche de diciembre. La pista está rodeada de acogedores puestos navideños donde se pueden comprar bonitos recuerdos y cosas ricas. La pista de patinaje sobre hielo es gratis, el alquiler de los patines cuesta 14 dólares y luego se puede entrar en calor en el restaurante Celsius que brinda unas excelentes vistas de la gente patinando.
Día 3: Brooklyn
En la mañana
Museo en una estación de metro
Se puede tomar en el metro por la mañana y viajar por debajo del Hudson hasta el alternativo Brooklyn. Además de unas fantásticas vistas del horizonte de Manhattan, este barrio ofrece mucho más. Uno de los museos más bonitos es el Museo del Tránsito de Nueva York.
Hay una vieja estación de metro donde se puede bajar y aprender más sobre la historia y el futuro del sistema de autobuses y metro de Nueva York. Incluso el primer sistema de metro, completo con carteles publicitarios, se encuentra allí. ¡Este museo es uno de los secretos mejor guardados de Brooklyn!
Fascinante!!!
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¡Qué ciudad impresionante es Nueva York! Aún no la he descubierto en invierno, ojalá sea la próxima vez que vaya!
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