Aruba es conocido como un paraíso caribeño. Al sur del Mar Caribe se encuentra un pequeño país autónomo que es parte del reino de los Países Bajos, y además, una meca turística por distintas razones que repasaremos en éste post. El modo de organizar tanta belleza natural a nivel informativo, es explorando 5 formas de enamorarse de Aruba: nadando en aguas que parecen piscinas, explorando su ciudad más emblemática, descubriendo sus sorpresas naturales, o su belleza submarina:

1. Nadar en auténticas piscinas naturales

Comenzamos ilustrando el motivo por el cual el turismo es la principal actividad económica de Aruba: sus playas y rincones en donde el mar parece obsesionarse con regalar sitios con el aspecto de una piscina natural. Kilómetros de playas blancas en la lista entre las más bellas del mundo, aguas en turquesa con poca profundidad por cientos de metros, e incluso, una piscina natural entre rocas que invita a un chapuzón. Lo natural es nadar, caminar en la arena, disfrutar  del atardecer atravesando senderos rústicos dentro Parques Nacionales como el Arikok.

Playas como Eagle, de arenas blancas, Palm Beach, donde se asientan los más grandes hoteles de Aruba, Boca Catalina, para practicar esnórquel, o la tranquila Playa Baby, son sólo algunas de las recomendadas.

2. Impregnarse del colorido de una ciudad (Oranjestad)

La ciudad más importante de Aruba, en la costa sur, es un paraíso de playa con toda la infraestructura y servicios a disposición. En la ciudad, hay algunas señales de la arquitectura colonial neerlandesa, con su particular colorido. Pero sobre todo, Oranjestad invita a disfrutar de sus playas y paseos junto al mar.

3. Descubrir la naturaleza autóctona y sus especies únicas

Flamencos en la playa, iguanas, pequeños cactus, pelícanos. Aruba tiene su propia colección de especies en un terreno plano y con colinas donde escasea la vegetación y el agua. En la isla, se puede descubrir un ecosistema propio y entrar en contacto pleno con la naturaleza. No faltan árboles con variedad de cactus entre curiosas formaciones rocosas, o los singulares árboles modelados por lo vientos alisios, como banderas que siguen la dirección del viento.

4. Sumergirse en un paraíso bajo el agua

Sumergirse es una buena idea y lo dicen, eso de que bucear se asemeja a internarse en un mundo “de fantasía”. Aruba está rodeado de arrecifes de coral y aguas cristalinas. Y existen varias formas de entrar en contacto con ese mundo que hay debajo de superficie. Distintas agencias ofrecen la posibilidad de bucear en varios puntos interesantes, entre los que se cuentan restos de naufragios, y siempre, mucha vida en forma de peces multicolores y algas. De hecho, Aruba está considerado el mejor destino del Caribe para bucear entre restos de naufragios, que incluyen un carguero francés, uno de los más grandes de toda la región.

5. Ser parte de un aluvión de postales “sólo en Aruba”

Aruba es puerto de cruceros, contacto con el mar, visitas curiosas de iguanas en los lugares más impensados, buses coloridos, atardeceres idílicos, rincones del paraíso donde estar solos, días de buen clima (la temperatura tiene pocas variaciones anuales, predominando siempre el ambiente tropical). Lo que sigue es una colección de imágenes que prueban que no es lo mismo visitar Aruba que cualquier isla caribeña. Aruba tiene su propia identidad y estilo.

Fuente: http://guia.viajobien.com/5-formas-de-enamorarse-de-aruba/