Que tal suena la idea de disfrutar de atardeceres inolvidables, en paisajes montañosos entre poblados y zonas rurales donde la cultura tradicional está presente. Todo con el sello de Laos, un país que no está entre los masivos del turismo en el Sudeste Asiático, pero sin embargo es toda una atracción por descubrir con toda su pureza turística y su desarrollo más que incipiente. O despertar entre ciudades o templos milenarios, fotografiar alguno de sus millones de elefantes (tal como indica su lema turístico). Laos es una de las buenas sorpresas que nos pueden esperar en Asia, un destino para amantes de lo exótico, de un país completamente diferente y bien conservado en cuanto a su cultura y tradiciones. Pero más que explayar en un párrafo, detallamos punto a punto las razones para conocer este país.
1. Es un país de paisajes bellísimos.
El paisaje de Laos es montañoso y de gran vegetación. Aunque no hablamos de picos de montaña gigantes, hay alturas que alcanzan los 2.820 metros sobre el nivel del mar como el monte Phu Bia. Hay selvas tropicales, y allí, diversidad de flora y fauna.
2. El clima
Si bien el calor tropical no es un punto a favor, ni la lluvia (especialmente en la temporada de monzones de mayo a noviembre, que hace que los meses entre diciembre y abril sean los ideales para una visita), lo cierto es que en zonas de montañas las tardes pueden ser frescas y agradables. El país permite encontrar rincones templados y siempre habrá un clima que permite disfrutar al aire libre.
3. La cultura casi inalterada.
Laos es un pais pobre en términos económicos, sobre todo de población que vive de la subsistencia en áreas rurales, produciendo lo que consumen. En términos culturales, es un país inalcanzado por muchos de los rasgos distintivos del mundo del consumo. Y esto hace que sean de algún modo mejor preservadas las costumbres milenarias del país. Explorar sus rincones estará lleno de sorpresas y cosas nuevas por ver y aprender.
4. Las ciudades con sus templos y zonas históricas.
Las ciudades más importantes para apuntar son Vientián, Luang Prabang, Savannakhet y Pakse, en particular Luang Prabang está declarada en su zona histórica como Patrimonio de la Humanidad por Unesco por la cantidad de templos antiguos de gran valor arquitectónico.
5. Lo relativamente fácil de llegar y conectar.
Llegar a Laos no será posible con un vuelo directo, pero una vez en el sudeste asiático, hay vuelos breves (de no más de dos horas) desde Bangkok. Incluso en auto es relativamente fácil llegar desde Tailandia.
6. Su gastronomía
Laos es uno de los destinos gastronómicos por revelarse al mundo. Sus condimentos, especias, elaboración y platos tradicionales a base de arroz, son una delicia y placer para los sentidos. Imperdible probar pan al estilo laosiano (khao niaú o arroz aglutinado), y con él acompañar platos como el tam mak huna, mok, o lap.
7. Sus precios bajos.
Laos no es un país como el resto de sus vecinos en cuanto a desarrollo turístico. De hecho, las guerras y los conflictos del pasado no han ayudado a promover el turismo. Pero todo está cambiando rápidamente, y han proliferado hoteles de calidad, además de restaurantes, a precios más que convenientes. Viajar a Laos no es solo una oportunidad para descubrir un país aún bastante descontaminado en términos del turismo masivo, también es un destino barato y que nos va a salir bien a cuenta.
Fuente: Guia.Viajobien
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